EL CONJUNTO DE CUEVAS PREHISTÓRICAS data DE 1600 ANTES DE CRISTO

NO SE PUEDE VENIR A LA CALA DE SANt VICENç SIN VISITAR LAS CUEVAS PREHISTÓRICAS DEl alzinaret, que datan de ALREDEDOR DE 1600 ANTES DE CRISTO, en plena EDAD DEL BRONCE MEDIO, TAMBIÉN CONOCIDA COMO ÉPOCA PRETALayótica.

Se trata de una necrópolis formada por varias cuevas artificiales de las que se puede apreciar únicamente su morfología, ya que, tal y como suele ocurrir en estas construcciones tan antiguas, han sufrido numerosos expolios que han provocado, incluso, que algunas hayan desaparecido. Así, de las catorce cuevas de las que se tenía conocimiento en 1887, hoy sólo se conservan siete.

Para visitar estas cuevas se debe seguir un camino que rodea la colina donde están ubicadas. Las cuevas son de diversas tipologías: unas son de planta circular y techo abovedado, mientras otras presentan una estructura más complicada. Éste es el caso de la cueva conocida como 'Núm. 7 de Hemp', en honor del arqueólogo británico que hizo su inventario en 1927, Wilfrid Hemp. Esta cueva cuenta con restos de un patio frontal, una antecámara, una serie de rebajes destinados a colocar la losa de cierre del entierro y otros para colocar travesaños de madera para mantener la losa en su sitio , una fundición central, estantes y bancos laterales, probablemente para colocar las ofrendas.

La historia más reciente

Algunas de las características que se pueden observar en estas cuevas son restos de presencia moderna, como agujeros en el suelo realizados probablemente por contrabandistas, o agujeros en las paredes laterales por debajo de los estantes originales. Los expolios que han sufrido estas cuevas han dejado pocos restos de los entierros que aquí se producían. Sólo se han hallado fragmentos de piezas de hueso conocidas como botones, que tienen unas perforaciones en forma de 'V', así como un ídolo bétilo (piedra cilíndrica considerada sagrada). Por otra parte, el moderno desarrollo de esta zona, que cuenta con diversas ubanizaciones construidas ya en el siglo XX, está muy ligado a los pintores que encontraron en la Cala de Sant Vicenç su lugar de inspiración y que en esa época hicieron de Pollença un lugar de encuentro de artistas de todo signo. De hecho, la Sierra del Cavall Bernat y Formentor son los dos lugares más reflejados en los cuadros de los artistas que han pasado por Pollença.