LA PRIMERA FUENTE PÚBLICA DE POLlENÇA 

ESTA FUENTE DE 1813 ES UNA MUESTRA DEL PROCESO DE MODERNIZACIÓN QUE VIVIÓ POLlENçA EN EL SIGLO XIX, QUE SERVIÓ PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA DE SUS HABITANTES. 

La Font del Lleó fue la primera fuente pública de Pollença, ya que, hasta su construcción en 1813, la población se abastecía de agua mediante pozos y cisternas. No obstante, este sistema resultaba claramente insuficiente para cubrir las necesidades de los habitantes, que cada verano sufrían fuertes sequías y que habían experimentado un notable crecimiento demográfico en los últimos tiempos.

Es más, la canalización de una fuente desde las afueras hasta el centro del núcleo de población o, al menos, hasta una zona cercana, era un anhelo de la población local desde, prácticamente, el siglo XVI, si bien hasta ese momento no había sido posible materializarse. Después de un gran esfuerzo económico, técnico y humano, el 7 de noviembre de 1813 se inauguró en este lugar el surtidor que daba acceso al agua de la fuente de Peraires, situada en la finca de Ternelles, en las afueras de Pollença. Se celebró una gran fiesta y las autoridades eclesiáticas bendijeron la fuente.
 
Aunque inicialmente recibió el nombre de la Font dels Àngels, en honor a la Virgen de los Ángeles, patrona de Pollença, el hecho de que el agua surgiera de la boca de un león de piedra hizo que se empezara a conocer popularmente como la Font del Lleó, nombre que ha conservado hasta nuestros días.
 
En 1826 se construyeron un bebedero y un lavadero públicos, y más tarde, entre 1833 y 1836, se levantaron unos porches para que la población pudiera hacer mejor uso de estas instalaciones. En alguna de estas intervenciones se destruyó el famoso león de piedra, una figura que no fue recuperada hasta el año 2005, si bien, como se puede observar, el león actualmente está hecho de bronce. Los lavaderos, por su parte, desaparecieron en el contexto de una reforma urbanística de 1969.