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MUELLE VIEJO Y PUERTO DE LOS PESCADORES

Port de Pollença

EN EL ANTIGUO MUELLE DE PESCADORES SE ENCUENTRA LA LONJA, RODEADA DE Llaüts

ANTIGUO MUELLE DE PESCADORES DONDE SE ENCUENTRA LA LONJA, RODEADA DE LAS TRADICIONALES EMBARCACIONES DE PESCA, LOS Llaüts, EN CONTRASTE CON EL MODERNO EDIFICIO DEL CLUB NÁUTICO.

A principios del siglo XX el 85% de la población vivía directamente de la agricultura, un sector que siguió siendo mayoritario hasta los años 60, cuando la situación dio un giro hasta llegar a la situación actual, en la que el turismo mueve cerca del 70% de la economía no sólo de Pollença sino de toda Mallorca.

A lo largo de toda la historia, la costa de Pollença contaba con escasos habitantes. Además de la baja actividad pesquera, que no experimentaría un cierto crecimiento hasta el siglo XIX, ya que tradicionalmente se consumía poco pescado y mayoritariamente en salazón, vivir en la costa exponía a los vecinos a ser los primeros en recibir los numerosos ataques piratas que esta zona sufrió durante siglos.

El bajo número de embarcaciones que había en la zona fue la razón por la que el primer muelle no quedó construido hasta 1829, “para que se pudieran cargar los efectos en las barcas sin necesidad de echarse los hombres al mar”, tal y como se recoge en el acta municipal de día 8 de enero de 1825, y la primera noticia de habitantes data de 1860, cuando sólo vivían diez personas. Habría que esperar a 1865 para que el Gobierno concediera la habilitación del Port de Pollença como aduana de cuarta clase, lo que permitía exportar e importar mercancías en régimen de cabotaje (1). Este hecho provocó un cierto crecimiento demográfico en la zona, llegando a un centenar de habitantes en 1900.

Núcleo pionero en el turismo                   

Con el nuevo siglo, el Port de Pollença se convirtió, primero, en lugar de veraneo para las clases acomodadas de la isla y, poco después, en un núcleo pionero del turismo internacional durante la I Guerra Mundial. Buena parte de estos primeros turistas extranjeros eran artistas que llegaban a Pollença atraídos por su luz y sus paisajes, y que primeramente se alojaban en fondas y pensiones, para pasar a ocupar después los primeros hoteles que se construyeron en la zona. Así, en los años 30 había siete hoteles que se habían construido a tal fin. Esto motivó también una rápida modernización de Pollença, tanto del pueblo como del puerto, donde el agua corriente llegó a las casas en 1934, unos meses antes que en Palma.

Durante la guerra civil española (1936-39) la actividad turística mantuvo cierto empuje, ya que a pesar del peligro bélico, la base de hidroaviones que hay en el Port de Pollença mantuvo en la zona oficiales españoles, alemanes e italianos que se alojaban en los hoteles y tenían unas demandas agrícolas e industriales, al tiempo que se realizaron inversiones públicas, sobre todo, en la base de hidroaviones. Los turistas, principalmente británicos, que venían a esa zona fueron así sustituidos por los oficiales militares y todo el personal necesario para la actividad bélica.

Pero tras el fin de la guerra civil empezó un período en el que la España de Franco apostó por la autarquía (2), lo que, sumado al estallido de la II Guerra Mundial (1939-1945), paralizó la actividad turística en la zona, que no volvería a reanudarse hasta los años 50, cuando los turistas regresaron y se reanudaron las inversiones en el sector.

La época de mayor expansión urbana del Port de Pollença se registró en los años 60, cuando el incremento en la llegada de turistas se sumó al aumento demográfico, provocando un fuerte aumento en todas las industrias relacionadas con la construcción, especialmente, de infraestructuras turísticas, así como en la actividad comercial.

Desde entonces, el turismo ha crecido de forma imparable, haciendo de Pollença un lugar con un especial atractivo para todas las personas que visitan Mallorca.

Actualmente, el 'Moll' o Port de Pollença tiene cerca de 7.000 habitantes y todavía conserva elementos de su época fundacional. El profundo cambio en la economía turística no ha borrado la huella del primer crecimiento del Port de Pollença, ya que todavía se pueden ver edificios como la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen y la Plaza de Miquel Capllonch.

(1) Cabotaje: Navegación que se realiza entre los puertos de un determinado territorio, en este caso Mallorca, sin perder nunca de vista la costa.

(2) Autarquía: Con este término, que proviene del griego, se define el sistema económico basado en el autoabastecimiento, es decir, que un país produce todo lo que necesita para no tener que realizar intercambios comerciales con el exterior. En el caso español resultó un fracaso, puesto que al terminar la guerra civil la economía era muy dependiente del exterior y la apuesta autárquica del régimen franquista, que consideraba que la libertad económica había conducido el retraso y el enfrentamiento, impidió la llegada de las importaciones que eran necesarias para relanzar la industria, lo que hundió en la miseria a una población que ya había quedado muy afectada por el conflicto bélico.