EL CENTRO NEURÁLGICO DE POLLENÇA

CONSTRUiDA EN EL SIGLO XIX PARA OFRECER ESPACIOS MÁS GRANDES A LA POBLACIÓN, ESTA PLAZA ACOGE LA IGLESIA PARROQUIAL DEDICADA A LA PATRONA DE POLLENçA, LA VIRGEN DE LOS ÁNGELES, Y VARIAS TRADICIONES POPULARES.

Esta plaza fue construída entre los años 1854 y 1857 para ofrecer un nuevo punto de encuentro a los pollensinos, ya que el crecimiento demográfico que registraba la villa había dejado pequeña la plaza que hasta entonces constituía el corazón social de Pollença, la que actualmente se conoce como plaza Vieja, que también puede visitar.

Su construcción en este punto fue posible, ya que unos años antes, en 1821, se había trasladado fuera de la ciudad el cementerio que existía en este punto desde la época medieval, y fruto también del proceso de desamortización (1) de los bienes de la Orden de Malta (2), que permitió a las autoridades locales contar con el terreno necesario para la construcción de la plaza.

Pero no sólo se abrió este espacio a la ciudadanía, sino que en esta época se realizaron también diversas actuaciones que provocaron un cambio en el perfil urbano de Pollença, como la apertura de nuevas calles o la proyección de nuevos ensanches para poder acoger a su creciente población.

El paso del tiempo ha hecho necesarias diversas reformas de la Plaza Mayor, ya sea de su pavimento o del mobiliario urbano, aunque mantiene las dimensiones que se le dieron a mediados del siglo XIX. Su actual aspecto data de la última de estas intervenciones, que tuvo lugar en 1999.

En la plaza puede ver también la Iglesia Parroquial de la Virgen de los Ángeles, patrona de Pollença, que también puede visitar. Este templo fue fundado en 1236, si bien con el paso del tiempo ha sufrido importantes cambios en su estructura de modo que el edificio que hoy podéis ver fue construido entre 1714 y 1790, conservando únicamente de su aspecto original los primeros tramos del campanario. En su interior hay un retablo barroco dedicado a la Virgen de los Ángeles realizado entre 1752 y 1764, así como catorce cuadros de grandes dimensiones que representan el Vía Crucis (3).

Entorno de celebración y encuentro

Desde su construcción, la plaza Mayor se ha convertido en el centro social de Pollença. En ellà, cada domingo se celebra el mercado local y también se acogen todo tipo de actos festivos, algunos tan tradicionales como las danzas de Els Cavallets o de Els Cossiers. La primera es el 20 de enero, día de San Sebastián. Dos figuras de caballos, movidas por dos jóvenes de la localidad, bailan una danza tradicional acompañados por un hombre vestido de centurión romano. Así, se mezclan dos temas cristianos, ya que los caballos representaban la lucha de los caballeros medievales contra los soldados turcos por defender la fe cristiana, mientras que el centurión recuerda la historia de San Sebastián, un soldado del ejército romano que vivió y murió en el siglo III. Por otra parte, el baile de Els Cossiers se celebra el 2 de agosto en el marco de las Fiestas de la Patrona. Es una danza que data de la época medieval y cuyo origen podría ser rendir culto a las divinidades agrarias. Actualmente, la danza la realizan una mujer, que representa el bien, y doce hombres, que defienden a la mujer del mal. Pero en el caso de Pollença no hay una figura que represente el mal, como ocurre en otras localidades de la isla, en las que un demonio intenta sabotear la ceremonia tentando a la mujer y pone una nota humorística en la celebración. Cabe recordar que algunas de las fiestas tradicionales, no sólo pollensinas, sino también del resto de Mallorca, tienen su origen en la época medieval, pero han ido cambiando con el paso del tiempo y llenándose de elementos externos a la fiesta procedentes de las distintas influencias que han pasado por la isla. De hecho, muchas de estas tradiciones fueron revisadas y actualizadas en el siglo XIX en un intento por recuperar tradiciones propias, si bien no han podido escapar totalmente a las influencias adquiridas a lo largo de la historia.

(1) Desamortización: Los gobiernos liberales españoles desarrollaron a lo largo del siglo XIX un proceso de expropiación, nacionalización y venta a particulares de buena parte de las propiedades que la iglesia católica había acumulado en el país, con el objetivo de reforzar las arcas públicas, que atravesaban serias dificultades a causa de las guerras y la pérdida de colonias.

(2) Orden de Malta: Nacido en Jerusalén aproximadamente en el año 1048, la Orden de San Juan de Jerusalén, que pasaría a llamarse Orden de Malta ya en el siglo XVI después de su instalación en esta isla mediterránea, es una de las pocas órdenes nacidas en la Edad Media que todavía está en activo. Su objetivo inicial era atender a los peregrinos que viajaban a Tierra Santa en el hospital que tenían, por este motivo también se llamó Orden de los Hospitalarios y sus miembros debían pronunciar votos de castidad, pobreza y obediencia, así como de atención a los enfermos. Adquirió una dimensión militar, tiempo después, para asumir la defensa militar de enfermos, peregrinos y sus centros médicos. Su símbolo es una cruz blanca de ocho puntas.

(3) Vía Crucis: Conjunto de catorce cruces o catorce cuadros, según el caso, que representan los principales momentos vividos, según la tradición cristiana, por Jesucristo desde el momento en que fue detenido hasta su crucifixión y sepultura.