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PLAZA VIEJA Y CASAL DE CAN LLOBERA

Plaça Vella, Pollença

CENTRO NEURÁLGICO DE POLlENÇA HASTA MEDIados del SIGLO XIX

LA PLAZA VIEJA ACOGE UNA DE LAS FIESTAS MÁS TRADICIONALES DE POLLENÇA, EL PINO DE SANT ANTONI, Y LA CASA SEÑORIAL DE CAN LLOBERA, DONDE AHORA SE UBICA LA BIBLIOTECA MUNICIPAL. LA PLAZA ES UN ESPACIO ACCESIBLE EN TODO MOMENTO.

La plaza Vieja constituía el corazón de Pollença hasta la construcción, en 1857, de la actual plaza Mayor. De hecho, su nombre actual es relativamente moderno, puesto que antiguamente era conocida como plaza Mayor o plaza Real.

Se tiene conocimiento de su existencia desde la época medieval, por lo que tanto la plaza como las calles que la rodean forman parte del primitivo núcleo urbano de la villa. En aquella época, la plaza estaba porticada y, además de algunas casas particulares, albergaba la escribanía, la carnicería o la pescadería, así como dos árboles situados en su centro: un olmo y un almez.
En este lugar se puede ver un lateral de la iglesia parroquial, conocido como portal de las mujeres, y una casa señorial, Can Llobera, que pertenecía a una de las familias más importantes de la localidad. La primera noticia que se tiene de esta construcción data de 1515, pero no fue hasta finales del siglo XVIII cuando adquirió el apellido Llobera de esta acaudalada familia. El aspecto actual que presenta Can Llobera es fruto de dos grandes reformas realizadas a lo largo del siglo XIX, que le añadieron uno de sus elementos más característicos: una majestuosa escalera imperial que conecta la planta baja con el primer piso. Actualmente, es propiedad del Ayuntamiento de Pollença y alberga la biblioteca municipal.

Fiesta centenaria

Desde tiempos inmemoriales se celebra en la plaza Vieja una de las tradiciones más típicamente pollensinas, el conocido Pi de Sant Antoni, que cada 17 de enero reúne a miles de personas que se dirigen a la finca de Ternelles, a las afueras de Pollença, a buscar un pino de más de 20 metros que días atrás ha sido talado y podado, para trasladarlo en carro hasta el centro del pueblo.

Esta maniobra presenta una gran dificultad debido a la estrechez de algunas de las calles que llevan hasta la plaza Vieja. Una vez en este sitio, el pino es levantado mediante un sistema de cuerdas y poleas que lo mantienen levantado para permitir el siguiente paso de la fiesta: la escalada del pino con la única ayuda de las manos.

Tampoco resulta fácil escalar el tronco, ya que a su elevada altura se le suma un obstáculo añadido: el tronco pelado del pino es untado con jabón para dificultar su ascenso. Tras numerosos intentos que pueden llevar varias horas, el héroe que consigue llegar a lo más alto del pino accede a una cesta en la que, tiempo atrás había un gallo, símbolo de Pollença, como muestra de reconocimiento público a su proeza.

El pino queda plantado en esta plaza hasta el Miércoles de Ceniza (1) y, tiempo atrás, de su madera se fabricaban las espadas que se utilizaban en otra de las grandes fiestas de Pollença: el Simulacro de lucha entre Moros y Cristianos, que conmemora la victoria de los pollensinos en 1550, en el ataque pirata más famoso sufrido por esta localidad, y que se celebra cada 2 de agosto en el marco de las Fiestas de la Patrona.
 
(1) Miércoles de Ceniza: Según la tradición cristiana, se trata del primer día de la Cuaresma y se celebra cuarenta días antes del inicio de la Semana Santa. La ceniza que los creyentes deben colocar en el frente ese día procede de los ramos del Domingo de Ramos de la Semana Santa anterior que son incinerados precisamente en el Miércoles de Ceniza.