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EDIFICIO MONTI-SION

C/ de Jesús, nº42

MONTI-SION ESTÁ ÍNTIMAMENTE LIGADO A ALGUNOS DE LOS POLLENsINeS MÁS ILUSTRES

EL COLEGIO DE SAN IGNACIO, CONOCIDO POPULARMENTE COMO EDIFICIO MONTI-SION, FUE CONSTRUIDO POR LOS JESUITAS ENTRE 1696 Y 1738.

La orden de los jesuitas empezó a utilizarla en 1703. Inicialmente incluía una iglesia y un convento, si bien desde 1882 una parte del edificio fue destinada a dependencias del Ayuntamiento de Pollença y de los juzgados, y ya en el siglo XX acogió una escuela pública.

Los jesuitas (1) llegaron a Mallorca en 1561 en el contexto de la expansión mundial que tuvo la Compañía de Jesús desde su fundación en 1540 por San Ignacio de Loyola. Inicialmente, se instalaron en Palma, para pasar posteriormente a otras localidades de Mallorca. En el caso de Pollença, los jesuitas desarrollaron, en un primer momento, su labor pastoral en el Oratorio de Sant Jordi, que había sido construido en 1532 y que también se puede visitar. Pero la estrechez que sufrían y el rechazo que generaba su presencia en este templo entre los frailes dominicos, que se encontraban muy cercanos y se habían instalado en la localidad tiempo antes, les hicieron ambicionar un sitio propio, que encontraron en la falda de la montaña del Calvario.

De esta forma, construyeron una iglesia de planta basilical (2), con varias capillas laterales y una decoración interior de estilo barroco francés. Por su parte, el convento constaba de un claustro y habitaciones en tres de sus cuatro lados, si bien de las habitaciones no se conserva nada debido a las posteriores reformas realizadas en el edificio.

Con la expulsión de los jesuitas de España ordenada por el rey Carlos III en 1767, su labor escolástica terminó en este lugar, aunque conservaron la labor pastoral, que se extendió unos 50 años más. Su marcha supuso, además, el abandono del edificio, que en 1773 pasó a ser propiedad del Ayuntamiento, por lo que parte de los enseres que incluía fueron trasladados a otras iglesias y una parte se perdió con el traslado.

Es por eso que la mayoría del mobiliario y las pinturas que se pueden ver en este edificio no son originales, sino que proceden de otras iglesias o bien son de finales del siglo XIX, cuando el edificio fue sometido a una profunda remodelación que supuso la instalación de varias dependencias del Ayuntamiento de Palma y de los juzgados, a la vez que se reanudó el culto en el templo.

Monti-sion y la cultura

Por su parte, el nombre de Monti-sion está íntimamente ligado a tres de los más conocidos personajes de Pollença. El músico Miquel Capllonch (1861-1935) compuso varias obras para la coral de esta iglesia, logrando así que llegara al pueblo la hasta entonces considerada elitista música clásica. Por su parte, Mateu Rotger, considerado el primer historiador de Pollença, empezó a restaurar el edificio a partir de 1885, tarea que continuó uno de los pollensinos más conocidos, el poeta Miquel Costa i Llobera (1854-1922), hijo de una de las familias más conocidas y adineradas de la localidad, quien no sólo era sacerdote de la congregación de Monti-sion, sino que fue uno de los impulsores de su restauración a finales del siglo XIX, y aportó, incluso, pinturas realizadas por él mismo.

(1) Jesuitas: La Compañía de Jesús, cuyos miembros son conocidos popularmente como jesuitas, es actualmente la mayor orden religiosa masculina católica, con presencia en 127 países. Sus miembros, entre los que se incluyen personas que no son ni sacerdotes ni monjes, profesan votos de obediencia, pobreza y castidad, así como de obediencia al Papa, y reciben una intensa formación intelectual desde su entrada en la orden. Como característica de su apostolado, los jesuitas deben estar siempre dispuestos a servir a Cristo y a la Iglesia allí donde su servicio sea más necesario y urgente. Entre los jesuitas famosos, además de su fundador, San Ignacio de Loyola, figuran San Francisco Javier o San Francisco de Borja, así como el Papa Francisco.

(2) Planta basilical: Tipo de planta arquitectónica que tiene su origen en los edificios públicos romanos y que consiste en una nave principal separada por otras naves laterales de menor altura por filas de columnas, lo que permite a los fieles canalizar su visión hacia la cabecera de la iglesia, que suele ser un ábside donde se encuentra el altar mayor.