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LA FORTALEZA

Carretera Formentor, nº17, Port de Pollença

UN POLO DE ATRACCIÓN PARA NUMEROSOS ARTISTAS

CONCEBIDO COMO UN PUNTO DE DEFENSA ANTE LOS PIRATAS, ESTE EDIFICIO SE TRANSFORMÓ AL COMIENZO DEL SIGLO XX EN RESIDENCIA PARA LOS NUMEROSOS ARTISTAS QUE VISITAban POLLENçA.

No se puede visitar por ser propiedad privada.

El origen de la Fortaleza de Albercuix, que se puede ver en el extremo de la Punta de la Avanzada situada en un plano inferior a su derecha, debe buscarse en el siglo XVII, cuando se construyeron varias edificaciones de defensa para garantizar la seguridad de la bahía de Pollença ante las numerosas incursiones corsarias.

En este caso concreto, en 1628 concluyeron las obras de un primer edificio que, a la larga, resultó inservible, de modo que entre 1682 y 1692 se construyó un segundo edificio de planta hexagonal que fue la base de lo que hoy en día puede verse. Con el paso del tiempo, la amenaza pirata fue menguando hasta desaparecer en el siglo XIX, por lo que el Estado decidió venderlo a finales del siglo XX.

En los primeros años del siglo XX se construyó el faro que se puede ver en el extremo de esta pequeña península, llamada Punta de la Avanzada. Hacía tiempo que se proyectaba la colocación de un faro en este lugar debido a los numerosos naufragios registrados en la zona. La decisión de hacerlo se tomó tras el siniestro del barco El Pollencí, propiedad de Josep Cortés Aguiló, en 1897 en esta bahía. Josep Cortés Aguiló fue padre de Rafael Cortés Forteza, un personaje de primer orden en la vida económica y social tanto de Pollença como de toda la isla, ya que fue el mayor contribuyente a la industria y el comercio de la época.

Fortaleza y arte

Pero el máximo esplendor de la Fortaleza de Albercuix llegaría ya en el primer tercio del siglo XX, ya que en el período de entreguerras Pollença se convertiría en un polo de atracción para los numerosos artistas que o bien se instalaron o pasaron largas temporadas, atraídos por la luz y los inspiradores paisajes de la zona. Cabe destacar al pintor catalán Hermenegild (Hermen) Anglada Camarasa, uno de los principales representantes del postimpresionismo que, en 1914, estableció su residencia en el Port de Pollença hasta su muerte en 1959.

Así, el pintor argentino Roberto Ramaugé (1892-1973), quien había conocido a Anglada Camarasa en París y que era poseedor de una gran fortuna, compró la Fortaleza en 1919 y, seguidamente, hizo una profunda transformación para convertirla en una residencia de lujo. Ramaugé construyó una gran piscina rodeada de numerosas columnas, trazó jardines y escalinatas, y creó un bosque donde antes sólo había rocas. Además, encargó al escultor hispano-estadounidense José de Creeft, quien también fijó su residencia en Pollença, doscientas piezas esculpidas para su nueva residencia. De Creeft ya gozaba de fama internacional, si bien hoy es conocido sobre todo por su escultura de Alicia en el país de las maravillas que se encuentra en el Central Park de Nueva York.

Ramaugé se convirtió en uno de los anfitriones de la colonia de artistas que residían en Pollença entre los años 20 y 30 del siglo pasado, contribuyendo así a su cohesión. Pero todo esto tocó su fin con el inicio de la guerra civil española (1936-39), ya que la Fortaleza fue incautada por el Ejército del Aire, que la convirtió en parte de una base de hidroaviones y le devolvió su primitivo uso militar, por lo que Ramaugé abandonó Mallorca junto con otros muchos artistas.

Desde el fin de la guerra civil y hasta el año 1984, cuando esta finca volvió a manos de los herederos de Ramaugé, la Fortaleza entró en un proceso de declive que llevó a su abandono y posterior expolio. Sin embargo aún conserva importantes restos de su esplendoroso pasado, como los capiteles de las columnas esculpidas por De Creeft, y sus posteriores propietarios han realizado importantes reformas. En 2011 la Fortaleza cambió, de nuevo, de propietario por una cantidad que no se ha hecho pública, pero que podría rondar los 40 millones de euros, cifra que la convertiría en una de las propiedades más caras de España. En noviembre de 2022, el magnate noruego Ivar Tollefsen compró Fortaleza por 650 millones de coronas noruegas (unos 61,8 millones de euros) en el fondo de inversiones británico liderado por James Lupton.